Ante una tragedia tenemos siempre, al menos, dos alternativas claras: sufrir la pérdida y continuar en ese estado hasta que el tiempo sane las heridas o hacer el duelo, aceptar aquellas cosas que nunca volverán a ser iguales, y levantar cabeza para seguir nuestro rumbo. Es algo sencillo en teoría, pero que no es automático en la mayoría de los casos. 

Hay personas que tienen la fortuna de nacer con mayor nivel de resiliencia, esa capacidad de adaptarse rápidamente a la adversidad y fortalecerse en el proceso. Cada golpe de la vida los vuelve más fuertes y son personas que sirven de guía en momentos de tribulación. Otros, quizás la mayoría, no nacemos programados así. Estamos acostumbrados de niños a que nuestros cuidadores nos protejan, a que los problemas los resuelvan otras personas y a esperar a que el viento cambie y nos haga navegar por aguas pacíficas nuevamente.

Esta actitud nos vuelve irresponsables con nosotros mismos y nos hace caer en el juego de la victimización. El discurso "no es mi culpa, No deberían pasarme cosas malas a mi" nos hace débiles y no nos permite tomar control real de nuestra vida. La víctima está así sujeta a los designios del destino y rehúsa (por temas que se extienden más allá de lo que este post busca tratar) tomar acción y solucionar, en la medida de sus capacidades, sus propios problemas.

Nadie puede solucionar todo solo. Nadie necesita hacerlo tampoco. Parte del proceso de hacerse responsable de uno mismo es entender qué podemos y qué no podemos hacer y, con ese conocimiento, forjar lazos con los demás que permitan complementarnos como personas en el real sentido de la palabra.

No es más fuerte el que se lame las heridas en la oscuridad ni más débil el que sabe pedir ayuda a quien pueda entregarla. Quizás lo más importante en el proceso de crecer sea justamente eso: aprender quienes somos, qué podemos hacer bien y cómo pedir apoyo para lograr nuestras metas. Si logramos esto, estaremos mejor preparados par cualquier inconveniente y, mejor aun, podremos ser de ayuda para aquellos que puedan requerir de nuestra fuerza ante la adversidad.

Les dejo un tema de la banda "Disturbed" titulado "The Light" (La Luz). Más abajo las letras en inglés y español para comprender el tema tratado

Saludos a todos!